Entrenamiento HIIT: la clave para superar la ansiedad, la depresión y las adicciones
15 noviembre 2023
¿Puede el Entrenamiento por Intervalos de Alta Intensidad (HIIT) ser la llave para liberarse de la ansiedad, la depresión y poner fin a la depresión?
En un artículo reciente (Türmüs et al., 2020) se exploran las conexiones entre este tipo de ejercicio físico, el sistema de recompensa cerebral, la salud mental y la plasticidad cerebral para comprender cómo mantenerse activo puede ser una herramienta poderosa en la lucha contra las adicciones.
«Entre el 40% y el 60% de las personas recaen en la adicción tras finalizar terapias farmacológicas, motivacionales o cognitivas»
El 36% de las personas en tratamiento por dependencia de sustancias se debe a la adicción a los opioides. Este tratamiento generalmente incluye terapias farmacológicas y terapias motivacionales o cognitivas. Sin embargo, es preocupante que entre el 40% y el 60% de las personas experimentan recaídas una vez que finalizan la intervención.
Por esta razón, surge la necesidad de explotar enfoques terapéuticos adicionales para reducir las tasas de reincidencia. Aquí es donde se presenta el ejercicio físico como una opción alternativa.
¿Cómo el entrenamiento de intervalos de alta intensidad puede ayudar a personas con trastorno por uso de opioides?
El estudio reveló que un programa de entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT) de 21 días se asocia con una reducción en el uso de sustancias y una mejora en la calidad de vida para pacientes hospitalizados con trastorno por uso de opioides (OpUD).
El programa de HIIT consistió en pedalear en una bicicleta estática durante 30 segundos a máxima intensidad, seguido de 4 minutos de descanso en la bicicleta a baja intensidad. Los participantes descansaron durante tres días entre cada sesión de ejercicio.
El estudio también encontró que el HIIT se asoció con una reducción en los síntomas de depresión, ansiedad y ansias de sustancias, así como un aumento en los niveles de factor de crecimiento similar a la insulina 1 (IGF-1).
Aunque se necesita más investigación para determinar los tratamientos de ejercicio óptimos para las personas con OpUD, estos hallazgos sugieren que el HIIT puede ser un tratamiento complementario útil para la recuperación de pacientes con trastorno por uso de opioides (OpUD).
«Se sugiere una relación positiva entre el ejercicio y la prevención del consumo de sustancias adictivas»
En general, el ejercicio físico puede ser una medida prometedora para el tratamiento de la dependencia de sustancias, tanto en las etapas tempranas como tardías, con beneficios secundarios como la prevención de la obesidad y la enfermedad coronaria. Además, el ejercicio físico tiene un bajo perfil de efectos secundarios en comparación con la farmacoterapia, es fácilmente accesible, flexible, relativamente económico y se puede integrar fácilmente con otros enfoques terapéuticos.
Algunos de los beneficios específicos del ejercicio físico para la recuperación de adicciones son:
- Reducción de los síntomas de ansiedad y depresión.
- Mejora del sueño.
- Reducción de estrés y ansiedad.
- Mejora de la autoestima y la confianza en uno mismo.
Beneficios del ejercicio en la recuperación de adicciones
Estimulación del sistema de recompensa y mejora de los receptores de dopamina
Estudios anteriores afirman que el ejercicio estimula el sistema de recompensa del cerebro al activar una vía conocida como la vía mesolímbica. Además, se sugiere que el ejercicio puede mejorar los déficits en los receptores de dopamina en una región del cerebro llamada el estriado, que es importante en la experiencia de placer y recompensa.
Reducción de comorbilidades como la depresión y la ansiedad
Otra explicación es que el ejercicio físico puede reducir problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad, que a menudo están relacionados con el consumo de sustancias. Al abordar estos trastornos, el ejercicio podría ayudar a prevenir la recaída en el consumo de sustancias.
Mejora la plasticidad cerebral y el gen BDNF
El ejercicio también puede influir en la plasticidad cerebral, que se refiere a la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse. Se sugiere que el ejercicio puede afectar la estructura de la cromatina en ciertas áreas del cerebro que están asociadas con un gen llamado “factor neurotrófico derivado del cerebro” (BDNF).
Esta proteína BDNF está involucrada en el crecimiento y la supervivencia de las neuronas, y se ha relacionado con la plasticidad cerebral y la mejora de la función cognitiva.
«El ejercicio físico puede tener varios efectos beneficiosos que podrían ayudar a reducir el consumo de sustancias adictivas»
En resumen, el ejercicio físico puede tener varios efectos beneficiosos que podrían ayudar a reducir el consumo de sustancias adictivas, incluyendo la estimulación del sistema de recompensa, la mejora de la salud mental, la distracción de los deseos de consumo y la influencia en la plasticidad cerebral a través del gen BDNF.
Aunque estos mecanismos aún se están investigando, se sugiere una relación positiva entre el ejercicio y la prevención del consumo de sustancias adictivas.
Conexión entre ejercicio físico y salud mental
Además de sus posibles beneficios para la recuperación de adicciones, se ha demostrado que el ejercicio tiene un impacto positivo en la salud mental en general.
En el caso de los pacientes con trastorno por opioides, se ha encontrado que el ejercicio físico puede tener efectos positivos en la reducción de los síntomas de ansiedad y depresión, así como en la mejora del sueño, la reducción del estrés y la ansiedad, así como en la mejora de la autoestima y en la confianza en uno mismo.
Además, el ejercicio físico puede ayudar a las personas a desarrollar habilidades de afrontamiento saludables y a encontrar nuevas formas de disfrutar de la vida sin recurrir a las sustancias.
En términos generales, la actividad física se muestra como una estrategia prometedora para abordar la adicción a sustancias, tanto en sus fases iniciales como avanzadas. Esto conlleva ventajas adicionales, como la reducción del riesgo de obesidad y enfermedades cardiacas. Además, el ejercicio físico presenta una baja incidencia de efectos secundarios en comparación con el uso de medicamentos, es de fácil acceso, adaptable, asequible y se integra de manera armoniosa con otras modalidades terapéuticas.
Bibliografía:
Taş Dürmüş, P., Vardar, M. E., Kaya, O., Tayfur, P., Süt, N., & Vardar, S. A. (2020). Evaluation of the Effects of High Intensity Interval Training on Cytokine Levels and Clinical Course in Treatment of Opioid Use Disorder. Opioid Kullanım BozukluğuTedavisinde Yüksek Yoğunluklu Aralıklı Egzersizin Sitokin Düzeyleri ve Klinik Seyir Üzerine Etkileri. Turk psikiyatri dergisi = Turkish journal of psychiatry, 31(3), 151–158. https://doi.org/10.5080/u25070