El papel vital del ejercicio en la salud mental

20 noviembre 2023

Diversos estudios han demostrado que el ejercicio puede ayudar a mejorar el estado de ánimo, reducir el estrés, mejorar la calidad del sueño y fortalecer la autoestima.

Salud mental representada por un cerebro con un fonendoscopio

La salud mental es un aspecto fundamental del bienestar general de las personas. Se refiere al estado de equilibrio entre las diferentes esferas de la vida, incluyendo la física, la emocional, la cognitiva y la social.

El impacto del ejercicio físico en la salud mental es un tema que ha sido ampliamente investigado por la comunidad científica y se ha demostrado que puede ayudar a prevenir y tratar una amplia gama de problemas de salud mental, incluyendo la depresión, la ansiedad, o el estrés, síntomas que son comunes en personas con adicciones.

¿Cómo afecta el ejercicio físico a la salud mental?

El ejercicio físico puede afectar a la salud mental de diferentes maneras. Por ejemplo, puede:

  • Mejorar el estado de ánimo y la autoestima
  • Reducir el estrés
  • Mejorar la calidad del sueño

 

Reducción del estrés y la ansiedad

Son muchos los estudios que respaldan que el ejercicio regular puede reducir significativamente los síntomas de ansiedad al desencadenar la liberación de endorfinas, neurotransmisores que tienen un efecto ansiolítico y analgésico natural en el cuerdo. Además, se ha observado que la actividad física regular reduce los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés.

En el caso de personas con adicciones, el estrés y la ansiedad pueden desencadenar el deseo de consumir sustancias para aliviar temporalmente estos sentimientos incómodos. Sin embargo, esta solución a corto plazo conduce a un ciclo de adicción que es difícil de romper.

Diversos estudios sugieren que una de las maneras que pueden ayudar a romper este ciclo es a través del ejercicio físico. La liberación de endorfinas, la regulación de los niveles de cortisol, el efecto ansiolítico y la mejora de la resistencia al estrés son algunos de los beneficios que tiene la realización de actividad física.

Un estudio (Brown et al., 2009) publicado en la revista Drug and Alcohol Dependence encontró que las personas con adicciones que incorporaron el ejercicio en su tratamiento experimentaron una reducción significativa en los síntomas de ansiedad. Además, el ejercicio les ayudó a manejar el estrés sin recurrir a las sustancias adictivas.

Mejora del Estado de Ánimo y la Autoestima

La influencia positiva del ejercicio en el estado de ánimo es un hallazgo común en la investigación científica. Un estudio (Blumenthal et al., 2007) demostró que el ejercicio tiene un efecto antidepresivo y puede ser efectivo como la terapia cognitivo-conductual en el tratamiento de la depresión. Además, diversos estudios han encontrado que el ejercicio regular se asocia con una mayor autoestima y un mayor bienestar psicológico.

Como ya hemos comentado anteriormente, a menudo, las personas que enfrentan adicciones también experimentan una serie de desafíos emocionales que pueden socavar la confianza en uno mismo y provocar sentimientos de desesperanza y culpa que desencadenan en el consumo de sustancias. Es aquí donde el ejercicio físico se presenta como una medida efectiva en la recuperación de la adicción.

La evidencia científica respalda de manera consistente el papel del ejercicio físico en la mejora del estado de ánimo y la autoestima en pacientes con adicciones. De nuevo, la liberación de endorfinas y la mejora de la autoestima se presentan como dos mecanismos clave que demuestran cómo el ejercicio no solo es beneficioso para el cuerpo, sino que también puede impulsar la recuperación emocional y ayudar a las personas a sentirse más positivas y confiadas en su proceso de rehabilitación.

Mejora del sueño

Un sueño adecuado es esencial para regular las emociones y mantener la estabilidad mental. Sin embargo, las adicciones pueden tener un impacto devastador en los patrones de sueño al alterar el reloj biológico y causar insomnio o somnolencia excesiva. A su vez, la falta de sueño puede agravar los síntomas de abstinencia y la vulnerabilidad a las recaídas. Afortunadamente, el ejercicio físico puede ser una herramienta valiosa para mejorar el sueño en pacientes con adicciones.

Una de las maneras en que el ejercicio puede ayudar a romper este ciclo es mediante la regulación de los patrones de sueño. La actividad física regular ha demostrado mejorar la duración y la calidad del sueño en paciente con adicciones.

Un estudio (Charlebois et al., 2018) publicado en Drug and Alcohol Dependence encontró que el ejercicio aeróbico mejoró significativamente la calidad del sueño en personas que luchaban contra el alcoholismo. Además, diversos estudios respaldan que el ejercicio tiene un efecto positivo en la calidad y duración del sueño en individuos con trastornos por consumo de sustancias.

Ejercicio y salud mental

La evidencia científica es innegable, el ejercicio físico tiene un papel vital en la promoción de la salud mental. Los beneficios que brinda, desde la reducción del estrés y la ansiedad hasta la mejora del estado de ánimo y la autoestima, respaldan la importancia de incluir la actividad física en nuestra rutina diaria, especialmente, en personas que luchan contra las adicciones.

Incorporar el ejercicio en nuestra vida diaria no solo mejora nuestra forma física, sino que también contribuye significativamente a nuestro bienestar mental y emocional.

 

 

Referencias:

Blumenthal, J. A., Babyak, M. A., et al. (2007). Exercise and pharmacotherapy in the treatment of major depressive disorder. Psychosomatic Medicine, 69(7), 587-596.

Brown, R. A., Abrantes, A. M., Minami, H., Read, J. P., Marcus, B. H., Jakicic, J. M., … & Kahler, C. W. (2009). A preliminary, randomized trial of aerobic exercise for alcohol dependence. Drug and Alcohol Dependence, 100(1-2), 85-91.

Charlebois, P. M., & McEwen, A. J. (2018). Effects of aerobic exercise on sleep in individuals with alcohol use disorder. Drug and Alcohol Dependence, 187, 222-226.

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